lunes, 8 de diciembre de 2008

FANTASMAS DE LA NIÑEZ


¿Somos libres?, voy a confesarte, como a un médico,- o a un cura, si eres creyente-, la verdad. Descubro en mí, y en los demás, el no hallarme ni por asomo libre de todo cuanto temía y temo aún.
Un examen de conciencia hízome observar en mí algunos vicios manifiestos, puestos al descubierto casi de manera que podría tocarlos con la mano; otros más oscuros y recónditos, y otros que no son continuos, sino que aparecen a intervalos. Son éstos los que yo califico como de enemigos errantes que nos asaltan en cuanto se presenta ocasión y frente a los cuales no podemos ni estar preparados como en tiempo de guerra, ni permanecer seguros como en tiempo de paz.
Es el mío un estado inestable, no estoy ni enfermo ni sano, estoy sujeto a quejas y a molestias. Pero lo que mas temo es que con la costumbre, que afianza las cosas, me acostumbre a ello, amando tanto lo bueno como lo malo.
La naturaleza de estas dudas de mi alma vacilante, que no se decide ni por el bien ni por el mal; yo te diré lo que me acontece, y tú encontrarás el nombre de mi enfermedad.-

¿Qué nos sucedió en la infancia, que nos ata hasta la muerte?


De la brevedad de la vida
Seneca
Mi propia adaptación

1 comentario:

Morgenrot dijo...

"Cómo es cierto que todos somos prisioneros de los poderes sin nombre que nos manipulan".
Joseph Ratzinger.

La niñez, nos marca tanto...aunque parte de los elementos quede en el subconsciente y por ende, no seamos capaces de observarlos ni percatarnos de éllos.

¡ Felices Fiestas !